Dónde están mis amigos?

Qué pasa gentuza!! Pues este puente de Mayo resulta que finalmente, y a pesar de saber que ninguno vendríais, me fui a Oliva con mis padres. Unos días de relajación y meditación, desintoxicación y lectura, sol y Galáctica. La verdad es que estaba todo planeado, el martes fui a la biblioteca de la universidad para alquilar la segunda y principio de la tercera temporada de Galáctica, que gran serie. Además me llevé unas cuantas pelis buenas, de esas que el señor fanático nos deja en su blog para descargar en V.O., y por si fuera poco me llevé Juego de Tronos y algún que otro libro más (que iluso, mira que pensar que podría terminarlo y empezar otro en tan poco tiempo). La verdad es que la rutina no se alejó mucho de la ya practicada antaño, eso sí, la ingesta de alcohol fue infima por no decir nula, alguna cervecita viendo el fútbol y poco más. Noches largas en mi habitación viendo Galáctica, que es una serie más increible a cada capítulo que pasa, mejor incluso que Lost podria decir. Por las mañanas algo de playa con Juego de Tronos consumiendo mis ojos y el sol quemando mi piel blanquecina por los meses de estudio. Y tras una copiosa comida, como se nota que no hay resaca eh!!, vuelta a la playa, a tostar la piel y fundir el libro con mis manos para poco a poco darme cuenta de lo grande que es ese libro, de lo bien que escribe ese hombre, y de la mente tan lúcida que tiene el tio George R.R. Martin, a partir de ahora dios de Kóbol. Mientras todo eso sucedia en mi vida, me di cuenta de lo maravillosa que es nuestra playa, que poco a poco se va abriendo hueco, resistiendo las crecidas del mar y ampliando la llanura de arena a un área de considerable tamaño, mayor que en muchos años anteriores. Todo esto queda patente en los documentos gráficos que al principio os muestro, para que veais lo que os perdisteis y lo que os espera en próximos meses, porque a pesar de que pasen los años, la playa siempre está ahí, siempre será nuestra casa.