miércoles, 30 de diciembre de 2009

Cálida Mañana de Verano

Una calida mañana de verano, me despierto agonizante, empapado en sudor e impregnado de arena. Arena que inunda mi cama y se extiende por el suelo de la estancia. Un fino hilo de luz se cuela por debajo de las persianas iluminando ligeramente el cuarto.

Moverse resulta tedioso y un fuerte dolor irrumpe en mi cabeza. Es como si alguien aporreara un tremendo gong dentro de ella. No es más que la puerta. Una molesta señorita del servicio de habitaciones. Consigo llegar a la puerta. Al abrirla como buenamente puedo, me encuentro con nuestra querida amiga, la cual me pregunta si puede limpiar la habitación. Claramente, la idea de abandonar la habitación para que la limpiase otro resulta tentadora, pero mi cuerpo no podría resistirlo, así que le digo que no y vuelvo a mi nido de arena con pocos recuerdos de la noche anterior.

En mi mente empiezan a aparecer imágenes, frases y momentos para los que no encuentro explicación. ¿Arriba el oso yogi? ¿Quien en su sano juicio gritaría eso? Entre recuerdos y dolores, decido meterme en la ducha. A ver si consigo despejarme y encuentro algún significado al incesante flujo de recuerdos que afloran en mi cabeza.


El agua fluye sobre mi, es una sensación reconfortante que calma mi intensa resaca y que aparta ligeramente la agonía sufrida al despertar.

De repente, un nombre unido a un pintoresco rosto aparece en mi mente. Kike decía llamarse, un tipo afable, con un estiloso look y un llamativo bigote.


Creo que lo encuentro en un chiringuito y tras una conversación de la cual no consigo recordar nada, lo acompaño hasta un grupo de gente sentada en medio de la oscura playa. Allí me presenta un par de chicas, Tamara y Patricia, si mal no recuerdo. Un tipo grande y con el pelo alborotado se acerca a mi entusiasmado y de entre todas las cosas que dice creo entender que se llama Vicente. Me presentan a un par de chavales más. Uno de ellos parece el benjamín del grupo, creo que era hermano de Kike o algo así, no se si Alex era su nombre. Me siento al lado de un chico delgado con un look un tanto desaliñado y unas gafas, es un tipo un tanto peculiar, bebedor de whisky como yo. Tito es su nombre y si mal no recuerdo, con él y un tal Omar mantuve una profunda conversación en la cual los tres defendimos fuertemente nuestras posturas, con insolitos argumentos en los que apoyábamos las mismas. Omar creo que era novio de una de las chicas, tal vez fuese la rubia. Y si mal no recuerdo, otro de los chicos era su hermano, Raúl o algo así era su nombre. Él estaba sentado entre Rubén y las chicas.

A medida que avanzaba la noche empezaron a unirse algunos jóvenes mas. Uno de ellos tenia una perilla realmente admirable, su nombre casi no lo recuerdo, Juan Carlos o Jose Carlos no estoy muy seguro. Con él llego un chico que vivía en Verona, Mario creo que era su nombre. Al poco de llegar ellos empezamos a jugar a un extraño juego de beber, “el oso yogui”. Un juego realmente complejo y repleto de extrañas frases con contestaciones de lo mas inverosímiles. Huelga decir que tratándose de un juego de beber tan complejo y dominado por el resto, fui uno de los pocos que acabó ingiriendo cantidades semiletales de alcohol.

Después de eso, parte nos dirigimos al chiringuito, dejando en la playa al resto del grupo, entre otros al chaval de la perilla y al chico de Verona que llego con él.

Ya en el chiringuito Rubén, un tío divertido pero un poco loco, no paró en toda la noche de llevarme a la barra a tomar un liquido rojo con sabor a infierno llamado absenta. Gracias al chupito de limón granizado que lo acompañaba conseguí en varias ocasiones evitar una inminente pota.


Con la emoción y la euforia producida por los efectos del alcohol, entonamos locos himnos tales como : “ ina ina ina queremos absentina ”, su variante drogata “ ina ina ina queremos cocaína ”, “ ano ano ano invita el gitano ” y disparates varios.

Después de largas horas de baile y absenta, Rubén y Vicente , dos tipos a priori con pocas pintas de ligones, se adentraron en la multitud en busca de, según ellos, algún chupito de fluido vaginal.

De repente Tito, el flacucho con gafas, salio corriendo por la playa. Aquello me sorprendió muchísimo debido a la soberbia borrachera que llevaba. Pregunte a las chicas, que para nada se extrañaron de ello. Me dijeron que se había ido a casa, que no era la primera vez q lo hacía y que ellas no tardarían en hacer lo mismo, eso si, sin correr. Me contaron algo de un río, lo cual me hizo temer por Tito, pero si ya lo había hecho otras veces supongo que sabría como encargarse de la situación.

A partir de ahí todo se vuelve turbio y apenas recuerdo como llegué al hotel.


De vuelta al presente, me encuentro empapado y empiezo a arrugarme, por lo que decido salir de la ducha. Mientras me seco me pregunto que habrá sido de aquellos locos amigos que conocí anoche.

De repente, un intenso dolor de estomago me sobrecoge. Me siento un rato a ver si se me pasa, pero no sirve de nada. Decido ir al baño de nuevo y tras sentarme en el wc todo toma sentido, un río de lava fluye por mi ano a la vez que suena mi móvil. Después de un buen rato en el baño y ya sin dolor de estomago pero con malestar general, vuelvo a la habitación, cojo el móvil y devuelvo la llamada. Es mi agente, me dice: “ Bruce, recuerda que el coche que te llevara al aeropuerto pasa a las dos ”. Cuelga y pienso, ¿Las dos? Si son ya las dos menos cuarto.

Me apresuro a vestirme, compruebo el gran despilfarro de dinero ocasionado la noche anterior, me pongo las gafas de sol y me dirijo a recepción a devolver la llave. El recepcionista me pide que le firme un autógrafo y que le ponga : Para Antoni de B.Illis. Se lo firmo y me voy con la sensación de que jamás volveré a disfrutar igual.

3 comentarios:

  1. ayer lo lei un par de veces, pero con la resaca infernal que tenia no podia más que contener el vómito. joder que gráfica explicación de lo que viene siendo una resaca!!

    el resto tiene el leve inconveniente de ser bastante repetitivo el recurso de no recordar las personas y sus nombres, pero por lo general es un relato anal donde los haya. la idea cojonuda, y el final espectacular, ni se me pasó por la cabeza que era el mismisimo B. el protagonista!!

    una pena que no hayais colgado más relatos cabornes!! que sois más perros que niebla, mamones hijos de....

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  2. Niño B, menudas resacas que tienes. Bien trabajao.

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  3. Lo mejor el final! De hecho diria que es el mejor final e los 4 textos que llevo leidos... Eso si, se hace un poco lioso en algunos momentos, pese a todo es un muy buen relato con un final sorprendente! Muy bueno!

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