La Venganza de los Apestados

Corrian vientos de venganza por San Fernando.

Los Apestados se reunian, como cada tarde, en el ya defenestrado césped perfeccionando obsesivamente su maquiavélico plan, venganza, dolor, mucho dolor.

-Lo pagaràn caro - dijo el Mofeta.

-No tienen escapatoria - sentenciò el Armario.

-No saben de qué somos capaces - anticipò el Ciclista.

Llevaban años planeando su venganza, habìan decidido pasar desapercibidos durante largos veranos con la esperanza que el Clan de Tito no reparara en su presencia. Habian sido mucho agostos encerrados en casa, estudiando minuciosamente todas las posibilidades, sopesando ardides y tretas, no estaban dispuestos a dar un paso en falso, el Clan de Tito debia sufrir. Ahora todo estaba en marcha, no habìa vuelta atràs. Su plan era perfecto. Dolor, mucho dolor.

...

- Pero que coño dices tio! No tienes ni puta idea! El Silmaricòn es sin lugar a dudas la mejor novela de todos los tiempos! ahhhhh me corro! - Omar.

- Jivaaaaa!!! - Rubén.

- Joder pues los Payasos Artìtricos son cojonudos chaval, tienen un sonido de lo màs british que me dejan anonanado - Kike.

- Pero que dices tronco! Que CR9 se mea a todos con sus tres mil abdominales al dìa! Y viva el Pipita! - Rael.

- ... - Tamara.

- La luz en El Acorazado Potemkin es el gran protagonista y crea una duplicidad idiosincràtica nada desdeñable! - Luis.

- Tu estàs flipado tio! Eso es porque no has visto Starsky y Hutch - José Corlos.

- Jivaaaaaa!!! - Vicente.

- El Silmaricòn es una mierda tio! El puto Tolkien no le llega ni a la suela de los zapatos a Martin y su universo! - Macarius.

- Ano - Tito.

Algarabìa, jolgorio, nada parece indicar que una desgracia se cierne ante el Clan de Tito. Nuestros protagonistas, antihéroes del siglo XXI, disfrutan de su enésimo botellòn en las playas de Oliva, ajenos a campistas y modelos de postal que contonean sus tostados torsos al son del reggeton del chiringuito de siempre, que cada año està màs lleno y queda màs lejos, aunque nunca se haya movido. La costra reina y Tito es su Mano.

- Ano - observa, de nuevo, ingeniosamente Tito.

Los demàs asienten ante tan precisa aseveraciòn, el tiempo fluye disperso y la embriaguez acude a sus cuerpos sintiéndose en casa, sintiéndose a fin de cuentas querida, amada. Son las tres de la madrugada, arriba, en las dunas, tres sombras los observan.

...

-Ha llegado el momento - El Armario apenas contiene sus làgrimas después de tantos años de frustraciòn. él, que en su dia fue el lìder, él! que los uniò a todos! lo habian apartado del grupo por celos ante su impactante figura y su preciosa vuelta sobre si mismo para llegar a canasta en la mejor de las situaciones. Nunca debieron cometer semejante afrenta. Ahora los observaba reir y hablar en su argot quijotesco, veìa la felicidad en sus ojos y era consciente que en los suyos solo habia odio, no tendrìa que esperar mucho para que las tornas cambiasen - Vamos, procedamos chicos. Ciclista estàs seguro que los gitanos entendieron su cometido?

-No me cabe ninguna duda... con mis dotes sociales les encandilé, les di mierda de la buena, no cualquier tonterìa, con ella ganarìa el tour hasta la duquesa de Alba, el resto lo hicieron los 250 euros que tanto hemos sudado para recaudar.

-Asì me gusta. Que procedan, Mofeta es tu turno, haz que les pique la tocha...

-Serà un placer - Mofeta, con una siniestra mueca plasmada en su salpicada tez, se acercò al grupo de nuestros protagonistas...

- Que pasa chavales? Cuanto tiempo no?

Nadie lo escucha, nadie siquiera repara en su presencia.

- Chavales! Veo que seguìs a buen ritmo, para no variar... de que estàis hablando?

Si la indiferencia estuviese presente se sentirìa conmovida ante semejante ofrenda hacia su persona, el Mofeta contiene su ira, no puede dejar escapar tan preciosa oportunidad.

- Cocaina? - dice por ùltimo, esperanzado...

Silencio. Miradas perdidas, como si hubiesen sido hipnotizados en grupo.

- Ina? - pregunta, al viento, Tito.

Se levantan furiosos, encandilados ante su nuevo objetivo, sus narices piden erosiòn y sus enrojecidos ojos buscan entre el baile de sombras nocturno la espigada forma del gitano olivense, fuente de tantas buenas juergas, rememoradas hasta el hastìo. Cosas del azar, cerca de ellos dos gitanos quinceañeros dialogan entre sì, seguramente inmersos en un dislate verborreico sobre lo positivo de la migraciòn veraniega del madrileño autoctono, que tan llenos dejan sus bolsillos gracias a los preciados bienes que ellos mismos se dignan a proveer, que nunca son bienes y ni siquiera preciados.

Kike y Vicente se acercan, les hablan en valenciano buscando complicidad, pues aunque sean payos por lo menos lo son de la tierra y a esos se les aplica, por defecto, una minoracion del importe equivalente a dos clenchas y media. Vuelven felices, con el botìn entre manos, gritos y cantos, empieza la fiesta (que nunca hubo terminado).

Mientras tanto el Mofeta vuelve a su escondrijo, ha cumplido su tarea, ahora solo hace falta esperar a que pierdan el conocimiento, entonces él, el Ciclista y el Armario acudiràn el grupo con bates de beisbol y puños americanos y habrà dolor, mucho dolor.

- Mofeta si no fueras tan feo te daria un beso, despuès de esto nos buscaremos los tres unas pivitas y gozaremos de esta dicha tan ansiada, queridos compañeros... la gloria està ahi delante, solo hace falta esperar, ergo esperemos...

Pasan los minutos, en el Clan de Tito todo aparenta seguir igual, siguen los gritos, el Armario agudiza el oido buscando una señal de debilidad, un lamento... llega la primera hora y nada ha sucedido.

- Ciclista estàs seguro que la mierda era buena? - pregunta receloso el voluminoso escolta.

- Ya la quisiera Armstrong este verano. - contesta el gregario, con su caracterìstico gesto audaz.

De repente algo nuevo allà en la playa, Kike se levanta y pide silencio... silencio...

- Me cago en la puta vaya mierda màs buena!!!! - vocifera.

- Ina Ina Ina queremos cocaina!!!- responden en grupo, idos, extasiados.

Algo no està andando como esperaban, los Apestados se miran confusos... no pueden obviar lo evidente, han fracasado...

- Son indestructibles - asume el Mofeta.

- Darwin estarìa orgulloso - dice escondiendo las làgrimas el Armario.

- Esta canciòn està "to" guapa - responde el Ciclista, que nunca se distinguiò por su capacidad de concentraciòn.

En la duna dos oriondas figuras patalean en el suelo, llorando descondolados, mientras un tercero baila reggeton cual vicentìn en chocolate, dàndole duro, dàndole fino.

Llega el amanecer a las playas de Oliva. Nuestros queridos protagonistas vuelven satisfechos a sus casas después de otra gloriosa velada a orillas del mediterràneo. Habrà amanecer para su hìgados? Volveràn los Apestados a golpear de nuevo? Cuando el alcohol se convierte en nuestro mejor amigo no hay nada descartable, tansolo hace falta... forzarlo.