viernes, 13 de febrero de 2009

Morenian's Paranoia presenta: La "verdadera" historia del juicio de Tamara

Relato:

Sábado por la noche de un bonito septiembre. Nuestros hígados y neuronas todavía acusaban la ingesta de absentina que tuvo lugar un mes antes. Era una noche de calor y alcohol, de charla y botellón, de hielo y fuego... Una acalorada conversación estaba llegando a su momento más álgido cuando... Tamara habló. En ese momento todos nos dimos cuenta que algo no iba bien. Las palabras fluían como gotas de agua empujadas por la corriente, nadie era capaz de entender como una persona podía ser capaz de generar semejante combinación de sonidos para expresar algún concepto que, con cada palabra, se nos escapaba. En un minuto acabó y el silencio pasó a ser el protagonista. Nuestras mentes estaban intentando asimilar lo ocurrido... pero era algo irreal, inverosímil, subrealista. El nivel de alcohol en sangre y el atolondramiento neuronal hizo que todos deshecharamos ese instante. Fue como si una extraña epifanía se hubiera presentado ante nosotros, demasiado fantástica para ser creíble, y todas nuestras sobrecargadas mentes empezaran a trabajar en colmena para eliminar aquellos pensamientos. El alcohol fue acusado culpable y castigado a años de ingesta; la condena empezó al momento siguiente. Las conversaciones se retomaron y Tamara volvió a hacer uso devoto de su silencio, todo volvió a la normalidad... o eso parecía.

Dos horas más tarde, la manilla corta del reloj señalaba las 5 y el garito donde nos hallábamos rebosaba gente y calor. Por supuesto, el alcohol manaba en magnitudes no cuantificables a causa de la no sed de los alcoholicos que allí se reunen cada sábado. Es curioso ver el efecto "raíz" que tiene esta sustancia en semejantes especímenes: cada individuo ramifica su percepción dirigiéndose lejos de la rama principal que llamamos realidad y, en muchas ocasiones, lo hacen hacia lados opuestos creando ideas que podrían llegar a ser contrarias. Aquella noche no fue el caso. Nadie sabe cómo se llegó a la situación que estaba apunto de suceder... pero todos vimos lo mismo. Fue en un momento cercano a las 5 cuando Tamara se dirigía a la barra a pedir una copa. El suelo debía moverse mucho porque ella no era capaz de avanzar en línea recta. Entre empujones logró apoyar su codo en la barra y pedir unos chupitos de alguna bebida que pudiera prender, algo fuerte, algo que la animara a volver a hablar... Se tomó 5.
Cuando volvió el pedo le había subido por encima del doble de su altura; quiso articular palabra, volver a sorprendernos con algún comentario inverosímil pero el alcohol se lo impidió. Fue el momento en que, frustrada por no haber conseguido su objetivo, logró decir entre valvuceos: "mmmeeeee vroyyyy a casssa" y salió a codazos del garito. A nadie le impresionó aquel acto cuando nos enteramos que se había bebido 5 chupitos de aguardiente.

Al poco rato, me vi hablando con una panda de alcohólicos que lograban no caerse hacia atrás gracias al contrapeso que hacían sus cubatas. Este grupo se hacían (y hacen) llamar "mis amigos". Comenzamos a discutir los riesgos que tiene el irse sola a casa (o algo así dijo) con semejante pedo: coger el coche, potar, violaciones suma y sigue. Después de mucha palabra, decidimos ir a buscarla y acompañarla a casa cuando de repente sentí algo. No sé decir si fue un presentimiento o un sentido arácnido que me incitaba a tirarme al suelo o simplemente Desmont repitiendo en mi cabeza: You gonna die, morenian.... volví la cabeza y tras la puerta pude ver unas luces... unas luces de coche acercandose a toda velocidad. Pude apreciar como los porteros hacían aspavientos con las manos para que parara y al segundo se tiraron hacia los lados para evitar el atropello. Lo que no evitaron fue el alunizaje. El terror se hizo presa de la gente. Todo el mundo se apartaba de la puerta mientras un Peugeot 207 gris despejaba la entrada de todo lo que no fuera aire. Perdí el conocimiento. Al momento me desperte y vi todo borroso: la humareda de pitis que se había generado salía por el agujero que el vehículo había hecho a presión. El efecto desde fuera fue como si estuviera despegando un cohete... El garito estaba casi vacío cuando vi una morena bajarse del coche diciendo: "perrro qué cojnes hacéis ennnnmi garaje"......
Sí chicos... era ella, era Tamara. Desde entonces está pagando los desperfectos, lesiones y traumas generados por su adicción al alcohol.


Espero haber saciado vuestra curiosidad por los juicios de Tamara, o por lo menos haber despertado vuestra imaginación (acepto finales alternativos).


PD: lo siento Tamara pero esta es la idea que tengo de ti: una auténtica borracha... jeje

11 comentarios:

  1. Bonito relato, la verdad que me he imaginado la situación como si la tuviera ante mis ojos...

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  2. Bueno, como no va a serlo? lo unico que no me cuadra de esta historia es que Tamara hablara durante unos minutos, pero cosas mas raras se han visto.

    Jajajajajajajajajajaajaja

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  3. JAJAJAJA. . .Fui testigo de la barbarie!!!!Aunke Omar, porque no cuentas como te ha ido este finde entre potas y hospitales seguro que todos estan ansiosos por saber mas. . . o no???Quizás Tamara haya tenido algo que ver en lo de tu hombro, habrá vuelto a beber???Próximamente toda la verdad

    P.D.Espero ponerme al día, que veo que os estáis tomando en serio esto del blog

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  4. Bueno tengo algo más q contar. Este fin de semana nos la pillamos gordisima. Tamara no pudo controlar su adicción y volvió a pillarsela gorda.
    Al dia siguiente, estabamos jugando al futbol en el equipo de cojos en el q juego habitualmente. Recuperé un balón en el medio del campo y recorté hacia afuera para prepararme a colgarla a la oya. De repente Tamara, Patricia y algunos resacosos más, q estaban en esa misma banda, empezaron a darme gritos de ánimo. Cuando pasé por su lado a toda velocidad, me llegó el pestilente aliento a ron de todos ellos y caí sin conocimiento. El resultado es una luxación de la clavícula derecha.
    Puesto q tengo q escribir con la izquierda, me tirare 3 semanas escribiendo lo justo.

    PD: lo de mi lesión es verídico, el resto puede q fuera en parte fruto de mi imaginación... o tal vez no.

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  5. Posiblemente la verdadera historia de la caida de Omar y su posterior luxacion de clavicula, puede ser debido al increible pedo que se pillo el viernes, cuya consecuencia fue acabar abrazando bateres.
    pero mejor, que esto os lo cuente la rubia que estaba alli viendo el panorama.

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  6. Por fin salen todos los trapos sucios no solo los de Tamara, jejeje...Veo que Omar no comenta nada al respecto de los báteres, pero fue realmente duro el resultado jajajajaja

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  7. Confieso q he bebido... y q de vez en cuando me abrazo a mi bater para echarle una buena potita fresca... quien esté libre de pecado q tire la primera piedra.

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  8. Joder de abrazar váteres sabe mucho Josecorlos también. Efectivamente la historia de Tamara es sencillamente maravillosa, en cada palabra se capta la atmósfera del momento. He visinionado perfectamente la imagen de Tamara en la barra pidiendo chupitos de aguardiente y acto seguido escapar furtivamente y a duras penas del bar para conducir hasta su casa. Que gran final!! Tamara increpando a toda esa gente por ocupar su garaje!! Lo de que Morenian jugase al fútbol ya me parece más ficticio, aunque claro que intriduzca el factor alcohol como causa de su lesión hace parecer más veridica la historia.... es la grandeza del blog, nunca sabremos la verdadera historia de Tamara y los juzgados, ni mucho menos la relación entre Morenian y su inodorossssss

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  9. una lagima cae por mi mejilla.. que bonito relato podriamos hacer una novela.

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  10. Novela no, pelicula!! si ya tenemos los actores

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